
¿Tienes Varices? En Fisioterapia Tarso Alcalá te podemos ayudar.
Las várices son la enfermedad más frecuente de las venas, proviene del mal funcionamiento del sistema circulatorio, problema más común en toda la población adulta occidental, pues afecta el 15% de los hombres y hasta el 25% de las mujeres.
Se producen por una alteración de las válvulas venosas, dispositivos situados dentro de la luz de la vena en forma de un doble nido que permite el flujo unidireccional de la sangre en dirección al retorno cardíaco y, a su vez, impide el reflujo de esta a la periferia (reflujo venoso retrógrado) Las várices se forman cuando las válvulas venosas no cierran bien, entonces la sangre comienza a acumularse en las venas, haciendo que se hinchen.
Son dilataciones que afectan generalmente a las piernas, reciben el nombre de venas varicosas, pero podemos tener várices en distintas partes de nuestro cuerpo.
Se aconseja al paciente asumir posturas y ejercicio compensatorio dentro de su tiempo de trabajo; como extender los pies sobre un banquito, y hacer series de dorsi /plantiflexión de pie y sentado, con el fin de propiciar bombeo a través de los músculos.
Se sugiere el uso de las medias de ¨descanso¨ o el vendaje. Cuidarse de ejercicios extenuantes, o que propicien choque, o traumatismos.
En caso de presentarse edema se deben levantar los pies de manera que queden más altos que las rodillas.
Ejercicio.
El ejercicio debe ser de tipo isotónico, con énfasis en los músculos tibioperoneos. Se realiza en posición sentado, con los pies extendidos sobre una silla; boca arriba con los pies elevados, o en el caso de pie se realizará en forma repetitiva a manera de ejercicio activo resistido.
Masaje.
El masaje se realiza, luego de que el paciente lleve unos minutos con sus piernas en elevación, de manera que se haya disminuido el remanso venoso. Se lleva a cabo realizando una presión suave de distal a proximal, sobre el área comprometida y se puede alternar con ejercicio activo y activo resistido del grupo gemelar.
Vendaje.
Se inicia de distal a proximal, haciendo una forma de estribo en el tobillo. Debe elaborarse con cuidado, vigilando que la presión vaya disminuyendo ligeramente a medida que se acerca a la cadera, para lo cual el paciente es el principal moderador, de manera que habrá mayor presión en los músculos de los gemelos que en los del muslo. Se debe tener extrema precaución al colocar el vendaje debido a que se pueden ocasionar serios trastornos sí éste es colocado de manera incorrecta.
Reeducación postural.
Al dormir se pueden asumir posiciones que proporcionen comodidad al paciente y aseguren un sueño tranquilo; colocando almohadas debajo de rodillas y tobillos, siendo éstas últimas un poco más altas que las primeras.
La cabecera deberá estar al nivel del tronco, no muy elevada.
Las posiciones que someten a compresión las masas musculares generan retención del retorno venoso y pueden ayudar a pronunciar aún más las varices existentes, como el sentarse sobre las pantorrillas, ó cruzar una pierna sobre la otra.